No tiene mucha complejidad vender dulces a un niño, pero qué tal venderles el remedio para el daño que estos le puedan causar.
Aquafresh asume el reto y lo resuelve de manera divertida y creativa; justo como la publicidad que involucra infantes debiera ser.
Tres diseños sencillos pero nada simples, jocosos y persuasivos, dirigidos al decisor de compra pero redactados en lenguaje del usuario final ¿Qué más se puede pedir de una publicidad?
Recurseando Fábulas.
Me encantan las figuritas!!
ResponderBorrarSaludos!...